Antonio Aragón en Nthephoto.com

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El 18 de octubre de 2007 acudimos a un pequeño poblado del Togo cerca de la frontera con Ghana (África Occidental) llamado Takpamba, a pasar la consulta médica que teníamos programada para aquel día junto a los médicos de nuestra ONG. Era una aldea muy pequeña. Alejada de todo. Durante la época de lluvias que la convertían en más alejada si cabe por las inundaciones y que multiplicaba las enfermedades en aquellos maltrechos pacientes que habían podido llegar a la improvisada consulta que habíamos montado bajo la sombra de un gran árbol de mango. En medio de la nada… A media tarde, tras pasar todo el día conviviendo con patologías que en muchos casos ni siquiera aparecen en los libros de texto, decidí salir a respirar un poco de aire fresco para intentar alejarme del sufrimiento que habíamos estado viendo todo el día en el rostro de los enfermos. Y ahí estaba. Un grupo de niños. Los hijos, sobrinos y nietos de nuestros pacientes.... jugando felices. Corriendo tras aquellas viejas ruedas de motocicleta en medio de aquella pista de tierra roja llena de polvo. Risas y más risas. Ruidosa alegría. Felicidad en estado puro… Es curioso observar, que hay veces en las que la línea que separa el sufrimiento y la felicidad es tan pequeña y difusa que da miedo…

Nikon D300
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Les Sorcières… las brujas… las devoradoras de almas… …en Burkina Faso. En medio de la sabana profunda. Lejos de todo. Cerca de nada… Todavía hoy, en la cultura tribal de los Mossi, muchas mujeres son acusadas de “brujas” por sus vecinos, sencillamente por creer que son las culpables de alguna desgracia que acontece en la aldea. Sin sentido. Culpadas por desconocimiento, por tener alguna discapacidad, por superstición, o simple venganza… Las llegan a buscar a sus casas… con sed de sangre… con ansias de matarlas… en medio de la sabana. Muchas mueren a manos de sus familias, otras se suicidan antes de ser protagonistas de una orgia de maldad, sufrimiento y sangre. Las más afortunadas consiguen escapar de la “justicia” social y de su nada prometedor futuro. A hurtadillas… furtivas… desahuciadas, destruidas, malditas… solas. Y hasta acá llegan, al poblado de las “brujas”. Hacinadas. Durmiendo y comiendo -gracias a la caridad de algún corazón bondadoso- en el suelo. Con sus pocas pertenencias amontonadas a sus pies. Enfermas, ancianas, olvidadas, analfabetas, exiliadas, malditas… solas. Otro infierno para mujeres. Siempre mujeres, siempre malditas… …siempre solas.

Nikon D3X
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Jessica Cano y su prima Ana Cano, intercambian golpes durante un entrenamiento en la escuela de boxeo que crearon el campeón nacional amateur de boxeo Marco Cano y su padre José Cano en su modesta casita de piso de tierra, en la comunidad indígena de Pacayita, en Nicaragua. Una escuelita muy humilde y limitada en cuanto a infraestructura pero construida con una gran dosis de pasión, duro trabajo y amor al deporte que pretende ser una alternativa real para los jóvenes de la zona ante los problemas de las pandillas y las drogas.

Nikon D3X

PERIODISMO · ANTONIO ARAGÓN

Nikon D300

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ANTONIO ARAGÓN

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